9/11/2021
Retail
Estanterías, expositores, mesas, góndolas, paneles de cremallera… son algunos de los elementos comunes en casi todas las tiendas. Pero si hay un mueble que no puede faltar en un establecimiento comercial, ese es el mostrador. Moderno o antiguo, grande o pequeño, de líneas rectas o curvas… El mostrador combina la función de atención al cliente y el cobro de las ventas, y su diseño está supeditado a las necesidades concretas de cada establecimiento.
En muchos tipos de comercios la función del mostrador ha ido cambiando con el tiempo. Nos viene a la mente la imagen de esos mostradores enormes, anchos, en los que se atendía a los clientes, se les mostraba el género… Pero la conducta de compra ha cambiado.
Este mueble es, sin duda, un elemento singular; una pieza que ofrece gran libertad a la hora de su diseño.
Las necesidades de cada establecimiento marcan el tipo de mostrador que se va a instalar. Es imprescindible tener en cuenta los elementos que se van a ubicar en él: medios de cobro, datáfono, ordenador, cableado, impresora, el mecanismo de la alarma, algún cajón para guardar productos de venta complementaria, accesorios para empaquetado, bolsas de regalo, reservas de clientes, etc. Suele estar electrificado ya que alberga dispositivos electrónicos y, en ocasiones, también está iluminado.
Varía según el sector al que pertenezca el comercio. No es lo mismo el de una tienda de moda, que el de una farmacia o el de una pastelería o el de una joyería donde se incorporan vitrinas. En los establecimientos de servicios, el mostrador es el mueble donde se atiende al cliente sentado o de pie y, en muchas ocasiones, la parte interior sirve de escritorio.
Su diseño vendrá dado, no solo por las funciones que tiene que cumplir, sino también por la imagen que el retailer quiera ofrecer a sus clientes. Hay que tener en cuenta que el mostrador es un elemento relevante para trasladar la imagen y los valores de la marca. Aquí la aportación profesional del interiorista juega un papel fundamental.
A la hora de su fabricación, los materiales que se utilizan pueden ser también muy diversos: melamina, rechapado, HPL, lacado, madera natural, hierro… Teniendo en cuenta que la durabilidad es un factor muy importante en un mostrador, los materiales deben ser resistentes.
En resumen: funcionalidad, singularidad e imagen. Esas son las tres claves de un buen mostrador a las que en Equilan le añadimos nuestro saber hacer en esta materia.
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